PRESENTACION

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La maravilla del pórtico

viernes, 30 de julio de 2010

RESEÑA SOBRE VILLASIRGA (El Pasiego)





ESTA RESEÑA ESTÁ TOMADA DEL SIGUIENTE ENLACE:
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QUE PUBLICA ADEMÁS UNA FOTOS MUY BUENAS.

Hasta la próxima población de Villalcázar de Sirga, el camino coincide con el trazado de la carretera. Villasirga, -que así es como la llaman los del lugar- es un pueblo sitiado por un desconcertante buen gusto, particularmente bien cuidado. Esto se ve antes de entrar, te anuncia que es diferente, reta a la Tierra de Campos a que pueda con él y que se abandone al estío. La chulería de Villasirga es más, es orgullo peregrino y altivez templaria. Lo simbólico que tiene el Camino se manifiesta en este lugar con un descarado aviso.

Villalcázar de Sirga no estuvo en sus orígenes en el camino de peregrinación que se dirigía a Compostela, ya que desde Frómista a Carrión se pasaba en principio por la cercana villa de Arconada, pues existía allí un importante hospital fundado por el conde Gómez Díaz en 1047. Tiempo después, la ruta se modificó y la imagen de la Virgen Blanca convirtió a la localidad en uno de los centros marianos más importantes del Camino.

Destaca por su monumentalidad y riqueza la iglesia de Santa María, aunque en la población durante el medievo se levantaron también los templos de San Pedro y San Cebrián. Al encontrarse en la ruta jacobea no podía faltar la existencia de varios hospitales; de entre ellos, era bien conocido el perteneciente a la Orden de Santiago, ubicado en la villa desde 1527.

Bajo un gran pórtico construido en el lado meridional se encuentran dos grandes portadas de acceso al templo; destaca la que da paso a las naves. Está levantada en el siglo XIII, cuenta con cinco arquivoltas apuntadas ricamente decoradas con ángeles y personajes. Sobre ella un gran friso, de similar cronología que presenta en su parte superior un Pantocrátor rodeado por el Tetramorfos y por un apostolado. En el inferior, una Epifanía junto a la Anunciación.

Destacar uno de los retablos dedicados a Santiago Apóstol, en una talla del santo con los atributos de peregrino y varias pinturas que presentan escenas de su vida y milagros. Santa María la Blanca está en lo más alto del pueblo, y no sabe si es gótica o románica, pero envenena y emboba al caminante. Sus piedras, están bordadas más que esculpidas.

Aquí la historia recuerda a los Templarios, la literatura a las Cantigas de Alfonso X el Sabio y el arte se hace transición entre el románico y el gótico, en el templo construido en el siglo XIII, con tres naves dedicado a la Virgen Blanca. Una vez dentro no sabe uno que admirar más, si el espléndido retablo de tablas castellanas o los sepulcros policromados donde reposan sus agitadas vidas el Infante don Felipe, hijo de Fernando III el Santo y su segunda esposa doña Leonor, con soldados templarios saludando desde el bajorrelieve de sus basas.


Villasirga se ha convertido en enclave esencial en el Camino de Santiago para los peregrinos, pero igualmente se ha convertido en apreciado lugar de peregrinación "gastronómica". Pablo el Mesonero consiguió con su buen hacer y su capacidad para convertir una cena en algo más. Tanto es así, que Pablo Payo se ganó el aprecio de propios y extraños y el merecimiento del recuerdo plasmado en un monumeto en su honor junto al mesón que fue su vida en la plaza del pueblo.

El Camino sigue en dirección a Carrión de los Condes de donde nos separan apenas seis kilómetros. La senda sigue paralela a la carretera general por una inmensa llanura que sólo se empina cuando llegas a la villa. En el siglo XII Carrión ya era una etapa importante dentro del Camino de Santiago, con cuyo motivo acudían gran cantidad de peregrinos, por lo que surgieron numerosos hospitales.

El Camino entra en Carrión justo por la puerta de la muralla que nos lleva hasta la iglesia de Santa María del Camino, construida hacia 1150 durante el reinado de Alfonso VII y es la iglesia más antigua de la ciudad. Desde su construcción, la iglesia se dedicó a la Virgen de las Victorias, aunque no ha quedado claro si se refiere a la victoria sobre los moros cuando sucedió el célebre "milagro de las cien doncellas", o bien a la de Bermudo I sobre los moros, o bien a la de Alfonso III, quién celebró en Carrión su victoria sobre los musulmanes en Zamora.
He encontrado otra página que tiene noticias y fotos sobre Villasirga muy interesante. Si tenéis curiosidad, este es el enlace.
http://elpasiego16.spaces.live.com/?_c11_BlogPart_BlogPart=blogview&_c=BlogPart&partqs=amonth%3d4%26ayear%3d2009

jueves, 29 de julio de 2010




Si queréis conocer una noticia curiosa sobre Villasirga Seguid este enlace:

EL LIBRO DE VILLASIRGA




Hace ya muchos años, tantos que apenas puedo recordarlo, siendo muy pequeñito, vi por primera vez la iglesia de Villasirga y el impacto de su visión no se ha borrado todavía de mi recuerdo.

Porque yo nací en este pueblo, pero siendo de pocos meses se trasladaron mis padres a vivir a Arconada. No sé cual fue el motivo por el que con esos pocos años volví a Villasirga, pero lo que si recuerdo con toda nitidez es la mole imponente de las piedras del edificio de la iglesia.

De vuelta a casa, aquella noche soñé con castillos gigantes de piedra, torres almenadas, saeteras... sueños infantiles mezclados con fantasías sacadas de no se que regiones ignoradas.

Pasaron varios años en que aquella visión y aquellos sueños no se fueron de mi memoria. Por eso cuando con ocho años cumplidos volvimos a vivir a Villasirga, pude contrastar aquellas fantasías de sueños con la realidad tangible y creo que la realidad corría pareja con la fantasía.

Siempre que pasaba junto a la iglesia dejaba explayar mi imaginación y la rodeaba por completo con la vista fija en sus pétreos muros. Cuando entraba en su interior me extasiaba viendo aquellas columnas tan enormes y las bóvedas tan bien construidas. No podía concebir el sistema utilizado para su construcción y me admiraba pensando en qué andamios habían utilizado los hombres antiguos para tan gigante obra.

Entre los chicos de la escuela hablábamos del tema y había quien contaba una teoría, que quizás había escuchado de personas mayores: Decían que para construir la iglesia no necesitaban andamios pues tenían un método que consistía en ir rellenando de tierra la obra a medida que la iban construyendo y cuando ya estaba acabada la vaciaban y solucionado.

Todavía había un problema, ¿cómo trasladaban las piedras desde lejos, ya que en Villasirga no había canteras? Pues con carretas de bueyes.

Nos llamaba mucho la atención el pozo que hay dentro de la iglesia. Había quien contaba que desde allí había un pasadizo que comunicaba con la bodeguilla y que por allí se escapaban los monjes de la iglesia cuando les perseguían.

Recuerdo cuando me acercaba a los sepulcros y los curioseaba fascinado queriendo entender aquellas figuras que me parecían como de seres fantásticos de aventuras. Sobre el sepulcro de Don Felipe había un cartel muy bien rotulado explicando quienes eran los que estaban allí enterrados: Decía que eran los sepulcros del Infante Don Felipe quinto hijo de Fernando III el Santo y de su segunda mujer Doña "Inés". Si, recuerdo que decía Doña Inés.

Vivíamos en el arrabal y cada día contemplaba la mole de la antigua parroquia de San Pedro y siempre me ha acuciado la curiosidad de saber como es por dentro ese edificio. Por fin después de muchos años he podido saciar ese deseo y sigo pensando en que tan meritorio edificio debería tener un destino más digno que el que en la actualidad tiene.

A la edad de catorce años me fui de Villasirga llevándome esa añoranza de los años infantiles. He vuelto muchas veces, pero solo en cortas temporadas. Durante estas visitas mi afición preferida ha sido contemplar la iglesia, hacer fotografías y disfrutar de su belleza.

En las ausencias he mantenido la afición de recoger cuantos testimonios escritos o gráficos he podido encontrar. Mis posibilidades no han sido muchas, pero confío que de aquí en adelante, una vez libre de las obligaciones que hasta el momento me han tenido ocupado, pueda, con más tiempo libre, conseguir todos los testimonios que haya escritos sobre Villasirga.

Mi intención es reunirlos todos en un volumen esperando que algún día sirvan de fuente para otros estudiosos o entusiatas de la historia de Villasirga que con ellos puedan ilustrarse y animarse a completar la labor por mi emprendida.

Siendo, pues, esta mi intención y reconociendo que no soy un entendido del arte ni perito en historia, me he limitado ha hacer las puntualizaciones que mi buen entender me ha dictado, procurando ser un poco coherente en las apreciaciones y comedido en las fantasías con que, en algunas ocasiones, hay que suplir lo que no se sabe con certeza.

Esperando contribuir a que otras personas, sobre todo si son de Villasirga, se entusiasmen como yo con las glorias que nuestros antepasados nos legaron, he hecho este trabajo del que me siento muy orgulloso.

Madrid, marzo de 1.992

Tomás Alonso González
Con esta presentación empecé en su día lo que hoy os presento.